seguridad informatica correo
Cada vez es más común que nos conectemos a Internet desde el smartphone cuando estamos fuera de casa, en lugares públicos como restaurantes, bares, hoteles, aeropuertos o simplemente cuando vamos en transporte público o andando por la calle. Como las tarifas de datos suelen ser escasas y caras, muchos optan por acceder a la Red a través de puntos WiFi gratuitos en lugar de a través de las redes de las operadoras (3G, 4G, etc).
¿El problema? Pues que la seguridad de estas conexiones
aparentemente inofensivas no es todo lo buena que desearíamos e incluso puede
que la red esté pensada a propósito para robarnos datos personales. A
continuación vamos a repasar los problemas que podremos tener por conectarnos a
redes WiFi públicas y sus posibles soluciones.
Imaginad la siguiente situación: estamos tranquilamente
sentados en la terraza de un bar o esperando a que despegue nuestro avión y
decidimos conectarnos a Internet para leer el correo. Como no queremos gastar
megas buscamos una red WiFi gratuita y efectivamente la encontramos, con un
SSID (Service Set IDentifier o nombre de la red) que parece legal, ya que tiene
el mismo nombre del local en el que estamos.
Lo habitual es que nos conectemos sin más a esta red, ya que
el SSID parece de confianza, lo cual puede ser un gran error. ¿Por qué? Pues
porque no podemos estar seguros de que esa red pertenece realmente a quien
creemos. Puede haber sido creada por terceras personas esperando captar
incautos a los que sustraerles datos personales tales como contraseñas, cuentas
ba
ncarias, credenciales de acceso a redes sociales, etc.
Como vemos, las redes WiFi públicas pueden llegar a
suponer más de un quebradero de cabeza para cualquier usuario que se conecte de
forma despreocupada y sin conocer los peligros reales que puede haber tras
ellas. Aunque podemos tomar algunas precauciones para mejorar la protección de
nuestros valiosos datos, la mejor de todas es usar el sentido común y
no fiarnos nunca de realizar conexiones importantes en sitios
públicos. Es decir, si estás en la calle y puedes esperar un poco para entrar a
tu banco, realizar pagos, o acceder a otros sitios web de importancia, mejor
hazlo y accede desde casa o desde una red de confianza.
ncarias, credenciales de acceso a redes sociales, etc.
¿Qué
opciones tengo para estar seguro?
Ante esta situación lo más inmediato es pensar en
dejar de usar para siempre redes WiFi públicas y evitar así el problema. Es una
opción, aunque demasiado exagerada. En realidad basta con que tomemos unas
cuantas precauciones. Para empezar, hay que evitar usarlos para
transacciones bancarias y para actividades en las que tengamos que dar
datos personales.
También debemos procurar conectarnos sólo a los
puntos de acceso de los que sepamos quién es el dueño, desactivar la
reconexión automática a redes WiFi en el móvil y usar siempre algún
tipo de cifrado en los datos, eligiendo siempre el más fuerte que nos permita
el router y el teléfono: WPA2-PSK, WPA-PSK y como último recurso WEP.
Lo ideal es que si necesitamos consultar un sitio
web donde tengamos que iniciar sesión con nuestras credenciales, es importante
que verifiquemos que estamos utilizando el protocolo HTTP seguro (https://).
Actualmente cada vez más sitios optan por implementar este tipo de seguridad en
sus páginas, aunque no todos.
Por ello, si la web o servicio no soporta este
protocolo también podemos optar por otras opciones. La más sencilla es hacernos
una identidad digital alternativa(cuenta de correo, usuario en Facebook,
etc.) con la que nos conectaremos siempre a las WiFi públicas. Es la opción más
simple y aunque no podremos acceder a todos los servicios (como bancos) con
todos los privilegios, ni estaremos a salvo de miradas indiscretas, por lo
menos garantizaremos que de robarnos los datos no perderemos nada importante.
Pero si queremos estar seguros de verdad (o casi,
ya que no hay ningún método realmente infalible), lo mejor es optar por
crearnos nuestra propia red privada virtual (VPN), que resultan
muy útiles en entornos hostiles. ¿Por qué? Pues porque permiten "aislar"
nuestro terminal de la red insegura e insertarlo en otra con mayores
garantías de privacidad gracias al cifrado automático de los paquetes de datos.
Lo normal es que las redes VPN se contraten con
terceras empresas que nos darán los datos de configuración y acceso que
deberemos introducir posteriormente en el móvil o tableta, aunque muchos
routers de gama alta modernos también dan la opción de montar su propia red
VPN. Además, tendremos que configurar algunos parámetros en el teléfono para
que todo funcione correctamente. Por ejemplo, aquí tenéis el tutorial
sobre cómo hacerlo en Android y aquí en iOS.
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